Título : |
El bargueño : Museo de Arte Colonial. |
Tipo de documento: |
texto impreso |
Autores: |
Museo de Arte Colonial (Bogotá, Colombia), Autor |
Editorial: |
Bogotá [Colombia] : Instituto Colombiano de Cultura |
Fecha de publicación: |
1994 |
Número de páginas: |
38 páginas |
Il.: |
Fotografias a color |
Dimensiones: |
23 cm. |
Nota general: |
Incluye bibliografía |
Idioma : |
Español (spa) |
Palabras clave: |
Muebles -- Estilos -- Catálogos Muebles antiguos -- Historia Muebles en madera -- Catálogos |
Clasificación: |
749.1 Muebles y accesorios-muebles antiguos |
Resumen: |
El Museo de Arte Colonial posee una notable colección de bargueños que comprende ejemplos que van desde los muy sencillos de madera rústica y tiradores de cuero, hasta los lujosos y elaborados que ostentan incrustaciones de nácar y enchapados de carey.
La colección está compuesta por 20 muebles de los cuales hay uno con base de "pie de puente", cuatro "contadores" cuya tapa frontal gira sobre sus goznes y que puestos sobre una mesa sirven de escritorio; el resto responde a la definición clásica del mueble, con cajoncillos y gavetas, destinado a guardar papeles o joyas.
La muestra está conformada en gran parte por las colecciones adquiridas por el Museo en los años 40. Uno proviene de la colección de don Carlos Pardo con la que se inauguró el Museo en 1942. Siete de la de don Pablo Argáez, comprada en 1946 y cuatro que llegaron con la colección Marroquín en 1948.
También se encuentran los donados por Gabriel Giraldo Jaramillo, por la Fundación Beatriz Osorio, por la asociación, "Amigos del Museo" y por "Divulgación cultural"; dos muy importantes se adquirieron a través de anticuarios.
Las técnicas para su construcción y ornamentación son generalmente los enchapados en carey, hueso o marfil, muchas veces grabados. Las incrustaciones de nácar o maderas preciosas y los dibujos al temple o al óleo. Los materiales son muy variados, pero se encuentran especialmente maderas de nogal, cedro, pino o ébano. También hueso y marfil, carey en placas o en cabuchones, plata, hierro y, colocado detrás de los herrajes, terciopelo carmesí.
Los grabados son ejecutados sobre placas que luego se pegan al frente de los cajones. La técnica usada es la misma que se usa para los grabados sobre metal o madera.
Inicialmente se dibuja sobre la lámina y luego, con la gubia, se traza un surco de mayor o menor profundidad, de acuerdo con el efecto que se desea producir. Ese surco se llena de tinta que, al secarse, resalta el dibujo.
Dentro de la colección del Museo de Arte Colonial, deben destacarse los siguientes:
El No. 016 de la colección Argáez que está íntegramente enchapado en placas de carey grabadas. En este caso el surco se llenó con polvillo de oro que en algunos lugares es todavía perceptible y que resalta figuras mitológicas, ornamentación barroca de haricots, volutas y frondas, e interesantes ejemplos de la fauna americana. Don Pablo Argáez en una carta fechada en París el 30 de septiembre de 1942, dice: "El bargueño de Carey Grabado, obra probablemente italiana, perteneció al prócer Camilo Torres", pero fuera de esta carta no hay ningún documento que lo certifique.
Muy hermoso es el número 007 que se debe al taller de Miguel de Acuña y que muestra ejemplos de fauna real e imaginaria. Parece en tributo a San Francisco de Asís pues aparece su figura rodeada de ciervos, tigrillos, leones, micos y elefantes. Además, ostenta molduras grabadas con querubines, flores y frutas. Notable es también el No. 005 pintado al temple con las imágenes de la Virgen María y algunos santos. Su encanto reside en la decoración de pájaros exóticos y flores multicolores.
Otro bargueño con un tema específico es el dedicado a la cacería, el No. 010 con escenas de perros persiguiendo conejos, leopardos, ardillas, tigres, ciervos y un jabalí, Diana Cazadora está en el centro, enmarcada por cuatro cariátides y más abajo, la figura de un elegante cazador.
El único bargueño de la colección que perteneció a don Carlos Pardo es de gran elegancia y lujo y muestra una técnica asombrosa en el manejo del carey. La cenefa superior está decorada con cabuchones y uno central muy grande adorna la portada. El frontón renacentista está sostenido por dos columnas salomónicas. Deben anotarse los arabescos del frente, que están muy cuidadosamente ejecutados. La importancia de esta colección reside en que muestra ejemplos de un mueble español que es el testimonio de una época y un espíritu. Son ejemplos de decoración barroca y de técnicas de ebanistería ya muy escasas. El museo no ha querido fechar los bargueños, pues han sido restaurados, arreglados y añadidos por 300 años. Casi todos fueron construidos a finales del siglo XVII, pero han sido modificados hasta el siglo XX. |
Link: |
https://biblioteca.eaosd.org/pmb/opac_css/index.php?lvl=notice_display&id=572 |
El bargueño : Museo de Arte Colonial. [texto impreso] / Museo de Arte Colonial (Bogotá, Colombia), Autor . - Bogotá [Colombia] : Instituto Colombiano de Cultura, 1994 . - 38 páginas : Fotografias a color ; 23 cm. Incluye bibliografía Idioma : Español ( spa) Palabras clave: |
Muebles -- Estilos -- Catálogos Muebles antiguos -- Historia Muebles en madera -- Catálogos |
Clasificación: |
749.1 Muebles y accesorios-muebles antiguos |
Resumen: |
El Museo de Arte Colonial posee una notable colección de bargueños que comprende ejemplos que van desde los muy sencillos de madera rústica y tiradores de cuero, hasta los lujosos y elaborados que ostentan incrustaciones de nácar y enchapados de carey.
La colección está compuesta por 20 muebles de los cuales hay uno con base de "pie de puente", cuatro "contadores" cuya tapa frontal gira sobre sus goznes y que puestos sobre una mesa sirven de escritorio; el resto responde a la definición clásica del mueble, con cajoncillos y gavetas, destinado a guardar papeles o joyas.
La muestra está conformada en gran parte por las colecciones adquiridas por el Museo en los años 40. Uno proviene de la colección de don Carlos Pardo con la que se inauguró el Museo en 1942. Siete de la de don Pablo Argáez, comprada en 1946 y cuatro que llegaron con la colección Marroquín en 1948.
También se encuentran los donados por Gabriel Giraldo Jaramillo, por la Fundación Beatriz Osorio, por la asociación, "Amigos del Museo" y por "Divulgación cultural"; dos muy importantes se adquirieron a través de anticuarios.
Las técnicas para su construcción y ornamentación son generalmente los enchapados en carey, hueso o marfil, muchas veces grabados. Las incrustaciones de nácar o maderas preciosas y los dibujos al temple o al óleo. Los materiales son muy variados, pero se encuentran especialmente maderas de nogal, cedro, pino o ébano. También hueso y marfil, carey en placas o en cabuchones, plata, hierro y, colocado detrás de los herrajes, terciopelo carmesí.
Los grabados son ejecutados sobre placas que luego se pegan al frente de los cajones. La técnica usada es la misma que se usa para los grabados sobre metal o madera.
Inicialmente se dibuja sobre la lámina y luego, con la gubia, se traza un surco de mayor o menor profundidad, de acuerdo con el efecto que se desea producir. Ese surco se llena de tinta que, al secarse, resalta el dibujo.
Dentro de la colección del Museo de Arte Colonial, deben destacarse los siguientes:
El No. 016 de la colección Argáez que está íntegramente enchapado en placas de carey grabadas. En este caso el surco se llenó con polvillo de oro que en algunos lugares es todavía perceptible y que resalta figuras mitológicas, ornamentación barroca de haricots, volutas y frondas, e interesantes ejemplos de la fauna americana. Don Pablo Argáez en una carta fechada en París el 30 de septiembre de 1942, dice: "El bargueño de Carey Grabado, obra probablemente italiana, perteneció al prócer Camilo Torres", pero fuera de esta carta no hay ningún documento que lo certifique.
Muy hermoso es el número 007 que se debe al taller de Miguel de Acuña y que muestra ejemplos de fauna real e imaginaria. Parece en tributo a San Francisco de Asís pues aparece su figura rodeada de ciervos, tigrillos, leones, micos y elefantes. Además, ostenta molduras grabadas con querubines, flores y frutas. Notable es también el No. 005 pintado al temple con las imágenes de la Virgen María y algunos santos. Su encanto reside en la decoración de pájaros exóticos y flores multicolores.
Otro bargueño con un tema específico es el dedicado a la cacería, el No. 010 con escenas de perros persiguiendo conejos, leopardos, ardillas, tigres, ciervos y un jabalí, Diana Cazadora está en el centro, enmarcada por cuatro cariátides y más abajo, la figura de un elegante cazador.
El único bargueño de la colección que perteneció a don Carlos Pardo es de gran elegancia y lujo y muestra una técnica asombrosa en el manejo del carey. La cenefa superior está decorada con cabuchones y uno central muy grande adorna la portada. El frontón renacentista está sostenido por dos columnas salomónicas. Deben anotarse los arabescos del frente, que están muy cuidadosamente ejecutados. La importancia de esta colección reside en que muestra ejemplos de un mueble español que es el testimonio de una época y un espíritu. Son ejemplos de decoración barroca y de técnicas de ebanistería ya muy escasas. El museo no ha querido fechar los bargueños, pues han sido restaurados, arreglados y añadidos por 300 años. Casi todos fueron construidos a finales del siglo XVII, pero han sido modificados hasta el siglo XX. |
Link: |
https://biblioteca.eaosd.org/pmb/opac_css/index.php?lvl=notice_display&id=572 |
| |